Una nueva Asamblea asume las riendas del poder legislativo del país a partir de hoy, y la verdad no deja de llamarme la atención lo dicho por voceros de la oposición quienes aseguran que ahora si se le terminó el gobierno a Chávez, que harán anular leyes, que cambiarán otras; en fin, locuras que rayan en el desconcierto, pero sobre todo en la sin razón. Menos mal que no todos somos como ellos creen, y sabemos cómo es que se bate el cobre en esto que se llama política. En la pasada Asamblea estuvo representada la oposición; claro cuando llegaron allí, todos eran “revolucionarios”, luego saltaron la talanquera como vulgares traidores a la voluntad popular que los eligió como miembros del bloque revolucionario; por eso que bueno la ley de ética política, pues favorece hasta a los partidos tradicionales, o de cuarta, que también sufrieron los embates del maletín, el soborno, la cola e paja, entre otros artificios de los que se vale el enemigo para hacerlo claudicar ante la verdad y sobre todo la lealtad. Ahora ya se sebe con mayor claridad quien es quien. La mayoría es del bloque socialista (PSUV); valores jóvenes en su mayoría que, la verdad no se con quienes van a debatir, pues lo primero que se avizora son ideas que están revolucionando a la sociedad venezolana latinoamericana y mundial, con unas ideas de una sociedad en decadencia como los partidos a quienes representan; perdón esos personajes no representan al partido, y menos al electorado que los eligió. Representan los intereses del Norte, del Imperio. ¡Triste verdad, saber que haya venezolanos como estos que no sienten el menor respeto por el país! Las decisiones serán tomadas las más de las veces por mayoría, y seguro estoy que los compatriotas – camaradas que han llegado allí han sido por la voluntad de la base socialista y bolivariana, por lo tanto debemos estar tranquilos del buen desempeño que tendrán. La lucha por la independencia continúa, y este es el bastión de interés que todo revolucionario debe enfrentar con amor a la patria y no al país porque la diferencia es notable, y si no observen como se expresan quien han sido y serán apátridas por naturaleza. Las asambleas del pasado cuarto - republicano, retardaban las leyes; la que está saliendo y entregará hoy su responsabilidad a otra, se caracterizó por darle celeridad al tema legislativo, aprobar leyes, la mayoría sin precedentes en la nación. De manera que tal rendimiento es para ellos (la oposición) una bofetada a su gestión en el pasado democrático. Todavía queda mucho por legislar en un país que pisa firme en su paso redoblado hacia el socialismo. La tarea es dura lo sabemos, pero no hay barrera que pueda impedir la aprobación de otras leyes necesarias para la buena marcha del país: Ley de Educación Básica, Ley de Universidades, Ley Orgánica del Trabajo, entre otras. Ojalá y sea de verdad una oposición que entre en el terreno político, en el juego político, que necesita toda nación para crecer; que aporten lo que tengan para aportar siempre a favor del país y no de intereses foráneos. Por eso el debate es y será claro: socialismo versus capitalismo. Pero el pueblo legislador será el que en definitiva se imponga ante quienes buscan engañarlos como en el pasado, hoy disfrazados de corderos, cuando en realidad son lobos. Por eso no se trata de una nueva asamblea, y menos de nuevos asambleístas como dice la oposición, sino de lobos que antes del final del cuento se quitaron la máscara porque ya no podían esperar que el príncipe del norte acabara con el hechizo; es decir les quitara a Chávez, para ellos volver al pasado delincuencial que tenía el país. Eso no quiere decir que no seguirán intentándolo desde allí o desde cualquier lado, como lo han venido haciendo desde que nuestro Camarada - Chávez ganó en buena lid la presidencia de la hoy República Bolivariana de Venezuela, aunque les duela; pero ese pueblo revolucionario, representado en la Asamblea estará pendiente. Ese mismo pueblo que, además, apoya La Ley Habilitante – nada nuevo dentro de la gestión política, pues ya presidentes del pasado la tuvieron en sus manos, pero no tenían el coraje que le sobra al actual presidente para aplicarla a favor del pueblo – y que hoy más que nunca celebró y acompañó a sus compatriotas antes, durante y después de la instalación de la nueva Asamblea, porque ese pueblo es quien ha sufrido desde siempre por falta de legisladores comprometidos de verdad con su buen vivir. Este poder le da a nuestro Comandante Presidente la potestad de legislar sobe puntos neurálgicos para hacer posible la mayor suma de felicidad posible; no olvidemos que de ese trabajo, surgió la ley de tierras que tanto ha luchado frente a un enemigo histórico como lo es el latifundio, pero nada se ha ganado si no se complementa con la ley de tierras urbanas sin ocupación alguna para dar respuesta a la necesidad de vivienda puesta en evidencia estos últimos meses cuando las lluvias hicieron estragos en 13 estados del país, que dejó más de 130 mil damnificados, que están siendo atendidos en espacios inimaginables en la cuarta república. Eso es Revolución. Eso es Socialismo. Por eso es necesario reorganizar el país y hacer realidad el precepto constitucional: un estado social de derecho y de justicia. . Pero, ojo pelado… ¡Camaradas Asambleístas, cuidado con los lobos! ¡Éxitos Compatriotas…¡Venceremos!
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