jueves, 8 de diciembre de 2011

¿Qué aprendimos hoy, y cómo lo aplicamos? Frases de interés. La escuela y su existencia desde la perspectiva de la complejidad cómo es y cómo se perfila. Tres principios para orientar la complejidad


Frases de interés:
¡Salir de lo que a uno le gusta es una renuncia!
¡Los oscilantes mueven el planeta!
¡Somos seres de energía!
¡Formamos parte de un movimiento energético!
¡Autoconducción!
¡El día que modifiquemos la economía, salvaremos al planeta!
¡Propuesta comunitaria de intercambio!
¡Para construir un ser humano son mayor cualidad!
¡Discurso evolutivo!
¡Donde no hay congruencia no hay evolución!
¡Presa de un salario!
¡Los oscilantes son la mayoría de la comunidad!
¡No todos preparamos la muerte; la ida!
Este conjunto de ideas generan la reflexión individual y grupal; contribuye a la formación y autoconducción humana. Waldemar de Gregory propone el mapa Dinamo e el marco de la cibernética social o sistémica; el carácter evolutivo o involutivo del ser humano y de las comunidades. En tal sentido, se establece una conjunción de dinámicas, en la cual mente, visión, animación y ejecución se estreche en forma de pirámide impulsada por la dinámica grupal, ergonómica, potencial, anatrópica; de integración y conducción. En este contexto se cita el poder, las ideas, el servicio, las potencialidades; sin embargo, el líder comunitario, en general, cuenta con mala formación, capacitación e instrucción. Por su parte, las comunidades cuentan con enorme potencial que debe ser aprovechado por una adecuada conducción grupal, participación y creatividad, cogestión comunitaria donde la escuela y la comunidad sea motor de desarrollo, promocionando ideas y proyectos como el el año escolar con desechos. Es así como la escuela va a formar, educar y transformar el pensamiento comunitario; una educación que tenga inteligencia, intuición, personalidad y norte; esto último lo más importante. Su pensamiento debe ser político; no partidista; debe ser congruente. De allí la importancia del adecuado perfil del facilitador comunitario que destaque por sus cualidades, su visión de conjunto, un educador comunitario; un promotor, que gestione, que construya relaciones de comunicación; un investigador para que no vea las cosas como algo instruccional; sin olvidar que el núcleo central de la educación es la política en su concepción abstracta. Bajo esta premisa, la aplicación en la praxis comunitaria genera éxito en la conducción de grupos y en la autoconducción.
La escuela y su existencia desde la perspectiva de la complejidad cómo es y cómo se perfila
La educación en su misma naturaleza es compleja como complejos son los fenómenos del mundo. Uno de los retos de la educación es dotar a la ciudadanía de los recursos que le permitan construir las oportunidades que se vislumbran en el actual contexto de crisis. El paradigma de la complejidad se constituye como una propuesta sólida para abordar dicho reto desde una educación para la vida, apostando por la humanización curricular; emerge del diálogo entre una forma de pensar, un marco de valores y un modelo de acción que incorporan los principios de la ciencia contemporánea (estructuras, relaciones, organización, procesos…) Incorporar los principios de la complejidad a la educación y  preguntarse cómo dichos principios hacen reconsiderar aspectos como el modelo de pensamiento, la relación entre disciplinas de conocimiento, la planificación de la acción, la relevancia de las emociones y la forma de abordar la investigación didáctica.
Desde la perspectiva de vida se evidencia una crisis resultado del diálogo entre individuos y su medio evolutivo; entre lo cultural y natural. Desde la perspectiva de los valores nos encontramos en un momento de transición entre los valores que han caracterizado la modernidad y la emergencia de un nuevo escenario que podemos denominar postmodernidad (Melich, 2008) o modernidad líquida (Bauman, 2007); derivado de la evolución que toma la cultura occidental desde finales del siglo XX. Desaparecen algunos de los pilares que orientaron el desarrollo de la sociedad occidental como el progreso, la libertad, o la diferenciación entre objeto y sujeto en el
proceso de construcción de conocimiento (Spaemann, 2007).
Tres principios para orientar la complejidad

Aproximarse a los fenómenos del mundo desde la complejidad comporta adoptar tres principios de carácter epistémico que tienen presencia continua en la forma de entender el mundo: el sistémico, el dialógico y el hologramático.
El principio sistémico pone de relevancia las interacciones que se dan entre las entidades que conforman los fenómenos del mundo.
Cuando podemos diferenciar una red dentro de su contexto hablamos de un sistema.
El principio dialógico nos presenta la posibilidad de unir dos principios o conceptos que a primera vista pueden parecer contrapuestos pero son indisociables en una misma realidad (Morín, 2001).
El principio hologramático establece una relación de inclusión entre todo y partes, sistema y componentes.
En conclusión, aproximarse a los fenómenos desde la complejidad consiste en un cambio de visión que tiene como ejes fundamentales el descubrimiento de las relaciones y el pensamiento procesal (Capra, 1996): relaciones que están presentes en los hechos del mundo de forma contextual, en la que diversidad de escalas interactúan de forma continuada; y un pensamiento procesal que da relevancia a los procesos de cambio frente una tradición científica que se preocupaba únicamente por los estados (Izquierdo et al., 2004). En medio de este marco conceptual, la educación tiende sus brazos para intentar convivir con la realidad y la constante aparición de propuestas que buscan convertirla en la razón de ser para la humanidad. Dicho en otras palabras, se perfila como la solución espiritual más que científica de la problemática existencial que vive el ser humano. No es ni será la educación sino el pensamiento el que dará al traste con la necesidad del ser humano.

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