LA LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

La Revolución Bolivariana sigue levantando polvo entre quienes no desean cambios significativos para el país. Uno de esos sectores son los dueños de medios de comunicación social, privados sobre todo, quienes consideran les han sido violentados sus derechos, cuando en realidad han hecho cuanto han querido por ellos, y poco por la educación. Por eso hoy disertaré sobre La Educación y los Medios de Comunicación Social PÚBLICOS Y PRIVADOS, Art. 9 y el aparte12, del Capítulo VII (Disposiciones transitorias) de  LA LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN. Lo primero que hace el Estado es darle el estatus de INSTRUMENTOS ESENCIALES PARA EL DESARROLLO DEL PROCESO EDUCATIVO. Por su puesto sin comunicación no hay educación. Luego el Estado, por medio del legislador patrio, les asigna como tarea: FORMAR, INFORMAR Y RECREAR, a mi modo de ver todavía modestas, pues deberían responder al estado periódicamente por sus hechos y acciones, así se trate de empresa privada, porque eso de dar cuenta a alguien, en este caso a la nación, significa mayor responsabilidad, y una revisión constante del quehacer comunicativo. No olvidemos que se trata de un servicio público. Yo me pregunto, con todo respeto, ¿Formarán estos medios a ciudadanos críticos? En realidad lo que desean es gente que piense menos para que compre más; sí, o que alguien me explique lo del sensacionalismo, el color de sus titulares, ¿por qué no negro si es muerte o tragedia?, -algo muy normal -, ¿por qué la pornografía disfrazada de buena intensión?, ¿por qué las noticias educativas en pequeñas notas y lejos del espacio adecuado para no captar la atención del lector? El otro día recibí un periódico de circulación nacional dedicado sólo a los aspectos culturales, y algunas personas, entre ellos y ellas – admito - docentes, se acercaban para prestármelo, pero cuando les decía de qué se trataba el contenido, desistían de la idea. Con esta anécdota ilustro lo que quiero decir. Con medios así costará un mundo llamar a que sus dueños, quienes dirigen y /o hacen uso de ellos, desarrollen otra actitud…“PARA  FORTALECER LA CONVIVENCIA CIUDADANA, LA TERRITORIALIDAD Y LA NACIONALIDAD”. En consecuencia deben conceder espacios para fines educativos, orientar la programación “DE ACUERDO CON LOS PRINCIPIOS Y VALORES EDUCATIVOS Y CULTURALES ESTABLECIDOS EN LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA, EN LA PRESENTE LEY Y EN EL ORDEAMIENTO JURÍDICO VIGENTE”. Luego en el numeral 12, del citado Capítulo, se reitera la obligación que tienen quienes dirijan medios de comunicación social de educar, sí, no debería entenderse de otra manera porque de eso se trata: que todos eduquemos o, por lo menos cooperemos, en esa tarea tan fundamental para construir la Patria que nos merecemos. Es necesario, entonces, detenerse a reflexionar lo que ha sido el papel de los medios en el actual momento educativo, para que la nueva era cuente con el verdadero apoyo de este servicio público. Tenemos unos medios que deseducan, resaltan los anti-valores, incitan al odio; fragmentan la vida en comunidad; no resaltan la soberanía; no respetan el marco jurídico, y pare usted de contar. Necesitamos unos MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL de altura, y en Concordancia con el Plan Nacional “Simón Bolívar 2007-13”. Claro para ello, las autoridades competentes deben velar porque no sea sólo un concesión de espacios para programas educativos, sino la suma de las potencialidades con que cuenta los medios de comunicación social: profesionales capacitados, equipos…, y el Ministerio del poder Popular para la Educación, en la búsqueda de formar el nuevo republicano. Las herramientas están. El Estado asume su responsabilidad. Los dueños y  quienes dirigen el aparato comunicacional deben  acatar lo norma. Nos queda a nosotros, los docentes, educar a quienes dirigen los medios  de comunicación para que eduquen, y para ello hay que generar intercambios, foros, encuentros, programas, no sólo para llevar propuestas de solución a lo mucho que está por hacer en la localidad, intercambiar experiencias, sino que el comunicador social sepa cómo se siente el educador con su programación y viceversa; así podremos desarrollar modelos de comunicación donde el primer elemento de ese proceso educativo sea el o la usuaria, que no es otro que el o la estudiante. Por eso reza en la LOE “En los subsistemas del Sistema Educativo se incorporan unidades de formación para contribuir con el conocimiento, comprensión, uso y análisis crítico de los contenidos de los medios de comunicación social. Aquí también pueden cooperar quienes dirigen los medios. Recordemos que ellos y ellas también han sido nuestras y  nuestros compañeros de aula.